domingo, 14 de diciembre de 2008
Cuento Infantil: El Árbol de Manzanas
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sábado, 13 de diciembre de 2008
El árbol de manzanas
En un lejano y triste pueblo vivía Hendy, un niño curioso y muy soñador, junto a su mamá y su hermano mayor. Frente a su casa se mudo Adalin, una mujer de ojos radiantes y rostro hermoso, lo extraño era que usaba unas uñas larguísimas y un cabello que le llegaba a sus tobillos, muchos la llamaban bruja. Hendy se levantaba todas los días a las cuatro de la mañana, y se asomaba a la ventana a ver a su vecina regar un arbolito de manzanas recién sembrado.
Hendy, siempre estaba muy triste y desconsolado, ya que sus padres eran separados y su hermano mayor era drogadicto, pero esto no lo dejaba ser un niño soñador. No faltaba día que se levantara a las cuatro se asomara a la ventana para encantarse al ver como su vecina regaba la matita con un agua azul, que según él, era una poción mágica para darle poderes a la matita, cuando esta fuera ya un árbol.
Una noche Hendy, como como siempre se levanto de su cama a las cuatro de la mañana y se dirigió al lugar en el que siempre se colocaba a ver a la señora regar y acariciar la matita. Al llegar al lugar se sorprendió muchísimo ya que vio a la matita vuelta un gran y hermoso Árbol.
Salio a ver que había sucedido, ya que era muy pronto para haber crecido tanto, para él era un milagro de Adalin, corrió hacia al árbol lleno de mucha alegría, gritando que era mágico y podía conceder deseos.
Tanto así que decidió pedir sus tres deseos: el primer deseo fue que su casa fuera una gran mansión, donde el pudiera correr y jugar sin limites; su segundo deseo fue tener muchos juguetes para el poder jugar con sus amigos, ya que a ellos no les gustaban jugar con él por no tener con que jugar. Contento y lleno de alegría fue a su nueva casa y se dirigió a su gran cuarto, donde encontró bicicletas, patinetas, muchos carros, balones, y tantos muñecos, como para poner una juguetería.
Saltando de la alegría se dirigió nuevamente al árbol y le pidió un tercer deseo que le diera muchos dulces que pudiera comer toda la vida, el lugar donde lo podía colocar era en el sótano viejo, ya que era grandísimo y podía colocar toda la cantidad de dulce que quisiera, así fue, el deseo fue cumplido y al sótano no se podía dar un paso por la gran cantidad de dulces que ahí había.
Igual de contento como cuando recibió sus juguetes, se dirigió hacía el árbol a pedir el cuarto deseo; se inclino, con los ojos cerrado, y le pidió que sus padres se reconciliaran y que su hermano dejara ese vicio dañino. El árbol por primera vez hablo y le dijo; -no puedo concederte ese deseo, ya que solo te podía concebir tres deseos y ya los usaste-. Hendy le suplico muchísimo al árbol, pero no podía hacer nada, a no ser que el desistiera de tres anteriores deseos cumplidos, era la única manera de cumplirle el cuarto deseo. Hendy no sabia que hacer, ya que tenía todo lo que siempre había querido; una gran casa, muchos juguetes para divertirse y muchos dulces para comer, todo lo que un niño sueña.
Entristecido, pero muy seguro con lo que iba hacer le pidió al árbol que su felicidad era su familia, le pidió que le quitara todo lo que le había dado, pero que lo hiciera feliz con el último deseo. Fue cuando salto de su cama después de un largo sueño que había tenido toda la noche, eran exactamente las cuatro de la mañana. Muy triste por que todo era un sueño y su deseo ser feliz junto a su familia no se le había cumplido. Como todas las mañanas salió a ver a la señora Adalin y su matita. Pero no encontró nada, la matita había muerto y la señora Adalin ya no estaba viviendo en esa casa.
Pero a Hendy la tristeza le duro poco, ya que sus padres estaban en la sala juntos, y su hermano salía a dar clases en su nuevo colegio, para luego salir a su cita con un psicólogo que le estaba ayudando a recuperarse de las drogas. Con una sonrisa de oreja a oreja le dio las gracias al arbolito por haberse sacrificado, por su felicidad, regreso a su cuarto y al entrar; encontró una hermosa bicicleta, un gran balón, varias cajitas de dulces y unas semillas de manzanas, todo esto se los había dejado la señora Adalin, antes de irse, no paro de jugar, comer dulces, abrazar a su hermano y besar a sus padre.
Ah y las semillas; son, hoy un gran árbol, sembrado en el patio de la casa de Hendy, donde vive feliz junto a su familia.
Publicado por Nigro en 21:28 5 comentarios
Etiquetas: Cuenticos
Emiliano Zuleta Baquero - El viejo Mile
Fue un compositor, acordeonero y cantante colombiano de música vallenata, popularmente conocido como "El Viejo Mile". Nació en La Jagua del Pilar, una pequeña aldea de La Guajira, el 11 de enero de 1912; falleció en Valledupar, Cesar el 30 de octubre de 2005.
Su infancia transcurrió allí mismo, la choza en la que nació y se crió era de paja, guadua y bahareque con piso de tierra. A los doce años dejó su pueblo, pues fue entregado por su madre como peón de la finca La Sierra Montaña, cerca de Valledupar, por una compensación mensual, en una modalidad de negociación típica de la región a la que llamaban la concertación.
Pocos años después (1927) regresó al lado de su madre Sara María Baquero, quien había sido abandonada por su padre, Cristóbal Zuleta, antes del nacimiento de Emiliano.
Durante este tiempo se inició en la composición de coplas de diez versos, imitando el estilo de los trovadores del Magdalena Grande y guiándose como ellos por el Romancero de Castilla. Uno de sus tíos maternos, Francisco Baquero, había intentado sin éxito convertirse en músico y para ello ya se había hecho a tres acordeones y un día Emiliano Zuleta se escapó con uno de ellos. Cuando regresó le pidió disculpas a su tío dedicándole la primera canción que compuso en su vida en 1928.
Se dedicó desde entonces a la música y a través de sus correrías por toda la Costa caribe colombiana obtuvo mucha fama y mujeres. En 1946 se casó con Carmen Díaz y con ella tuvo varios hijos, entre ellos Tomás Alfonso ("Poncho") y Emiliano, quienes se convertirían en el popular dúo de "Los Hermanos Zuleta". Se divorció en 1982, y poco tiempo después desposó a Ana Olivella, que ha sido su compañera por más de 20 años, y con quien tuvo tres hijos.
En 1938 publicó su obra magistral La Gota Fría, una canción que nació de una controversia musical con Lorenzo Morales y que años después reinterpretara Carlos Vives convirtiéndola en éxito internacional. (wikipedia)
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Etiquetas: Vallenato
lunes, 8 de diciembre de 2008
Folclor Santandereano
Publicado por Dtroit en 16:56 0 comentarios